Iaijutsu
La habilidad notoria e inigualable de los samuráis en el combate con espada es mundialmente conocida. Tanto en la literatura como en el cinema, a través de las películas del consagrado director Akira Kurosawa, en las cuales es mostrado en la figura del samurái, que el manejo del katana trasciende para un estado de arte, un camino a ser trillado.
El Iaijutsu es el arte de desenvainar el katana contra un oponente imaginario de una forma rápida, precisa y eficiente. Originalmente, era una práctica esencial de la cual podía depender la vida del luchador. Simboliza la esencia de la perfección en las artes marciales, por su simplicidad, precisión y poder.
Su práctica demanda mucha concentración, presencia de espíritu y equilibrio que son desarrollados en los entrenamientos. Las secuencias realizadas en el Iaijutsu pueden ser divididas en cuatro fases: Nukitsuke, Kiritsuke, Chiburi y Noto. Con todo, esa división se hace notar de manera sutil en que la correcta ejecución de los movimientos forma un ciclo cerrado y harmonioso.
Nukitsuke, la primera fase, es cuando el practicante, percibiendo la intención de ataque del oponente, desenvaina el katana visando cortarlo antes que el adversario defiera el golpe. La concentración aliada a una respiración correcta es mucho importante pues dependiendo de la secuencia ejecutada, el número de adversarios y la dirección de donde los golpes proveen son extremamente variados.
Kiritsuke es la fase a que se sigue el Nukitsuke y es cuando ocurre el corte propiamente dicho. El golpe debe ser dado con firmeza para que sea preciso y eficiente visando frustrar cualquier reacción del oponente.
Tiburi, la tercera fase, es cuando después de la derrota del adversario, es realizado el movimiento para limpiar la sangre del katana. Dependiendo del estilo y de la secuencia, existen varios movimientos distintos para realizarse el Tiburi.
Noto, la última fase que cierra el ciclo de la secuencia, es cuando el katana es envainado después de la derrota de los oponentes. A pesar de ser el encerramiento de la secuencia, es importante resaltar que la concentración y la prontitud deben ser constantes pues el ciclo puede reiniciarse a cualquier momento. El samurái tiene que estar siempre preparado y sereno.
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